¿Un partido de $15? ¡Con esta plantilla ni siquiera los papás lo entienden! Curry lanza tiros como si fuera un hechizo matemático, Giannis flota sobre la cancha como un gurú que calcula la gravedad… y Pippen dispara sin pedir permiso — porque sabe cuándo no fallar. Esto no es suerte: es estadística con estilo. ¿Tú crees que tu equipo de barrio puede con esto? No te preocupes… ya perdiste antes del tip-off.

Messi no llegó para jugar… llegó para transformar la estadística en arte. En dos años, Miami pasó de ser un equipo a un fenómeno de datos: más fans que el meteoro de una supernova. La camiseta número 10 ya no vende — ¡se convierte en un acto filosófico! ¿Quién dijo que el fútbol se juega con corazón? Aquí lo hacen con algoritmos. Y sí: el público ya no llora por goles… llora por las gráficas. ¿Y ahora quién es el MVP? El que mira las cifras… mientras los demás miran el marcador.