Yang Hanshen: Sorpresa en el Draft

Los números no mienten, pero la percepción sí

Llevo años modelando trayectorias con datos en tiempo real. Cuando Jonathan Givony mencionó que Yang Hanshen podría caer a segunda ronda, pero aún así escuchar su nombre en primera… me detuve, tomé mi café y revisé los datos.

7’2” (218 cm), alcance estático de 9’3” (282 cm), 252 lbs (114 kg) con atlétismo excepcional. Un gigante moderno.

¿Por qué solo proyectado para segunda ronda? Esa brecha entre potencial físico y valor percibido es donde empieza el análisis real.

El combine fue su audición silenciosa

Para muchos scouts, mayo fue la primera vez que lo vieron. Sin presión de vídeo, sin hype. Solo tamaño, coordinación y calma bajo prueba.

No dominó; se integró. Juguete como si llevara años en la liga, no entrenando para un ensayo.

¿Paz mental a los 19? Raro incluso entre veteranos.

Los datos dicen que quienes brillan en el combine suben 30-50 posiciones. Pero la percepción tarda —especialmente si vienes de fuera de América del Norte.

Por qué la noche del cumpleaños cambia todo

El 26 de junio no es solo una fecha: es sus 20 años.

En análisis deportivo llamamos a esto «momentum temporal». Cuando un jugador alcanza un hito (como estar listo para debutar exactamente a los 20), las franquicias recalibran sus modelos de riesgo.

Imagina: una franquicia que ha seguido su evolución desde universidad debe decidir: ¿esperar al día dos? ¿O aprovechar el momento?

Hay peso psicológico aquí: no solo carrera… también simbología. Ser elegido en tu cumpleaños no es suerte —es magia narrativa.

Y te digo: si yo dirigiera una franquicia bajodog buscando construir cultura con resiliencia e influencia internacional… lo elegiría el mismo día de su cumpleaños, aunque cayera hasta la posición #47.

Los datos cuentan una historia; el mercado otra diferente

Mi modelo predice alta probabilidad de selección tarde en segunda ronda —valor sólido como ancla defensiva y amenaza desde fuera gracias a sus tiros (sobre 38% desde tres en pruebas).

Pero hay un giro: equipos con fuertes departamentos internacionales —como Raptors o Mavericks— podrían desviarse del consenso si buscan crecimiento cultural o versatilidad interior a largo plazo.

Aquí analítica se une al instinto… y números fríos chocan con fe humana.

Yang puede no ser llamativo… pero es eficiente. Mueve sin ego. Lee pases como código corriendo por redes neuronales. No hay movimientos innecesarios —una cualidad que admiro tanto como analista como persona que valora precisión sobre ruido.