Semana 12: Caos y datos

El pulso impredecible de la Serie B

La Serie B no es solo fútbol; es una hoja de cálculo con corazón. Durante 20 años, esta liga brasileña de segunda división ha sido más que un escalón: es una olla a presión donde los sueños se forjan en tiempo extra y la matemática es destino.

Esta semana fue pura caótica. Doce partidos. Cero limpias en seis encuentros. Un equipo anotó cuatro goles en menos de una hora. Otro perdió tres seguidos tras ir ganando al medio tiempo.

Permítanme repetirlo: tres derrotas tras estar arriba al descanso. No es mala suerte — es fragilidad estructural.

Hablamos de equipos como Goiás y Ferroviária, que han convertido la consistencia en arte performático… o quizás solo en malas decisiones al ataque.

Los números no mienten (pero gritan)

Considera el partido entre Wolfsburg Redonda vs Avaí: 1–1 a las 12:20 del 18 de junio. Dos equipos peleando por el ascenso. Ambos con xG por encima de 1,3 pero incapaces de convertir más allá de un intento claro.

¿Suena familiar? Debería.

Ahora observa Amazon FC vs Villa Nova: victoria por 2–1 para Amazon FC tras recibir dos goles en la primera mitad — pero luego dominaron con 9 tiros a portería frente a los 4 del rival durante los últimos 35 minutos, manteniendo una presión alta (78% de eficacia). Eso no es suerte; es adaptación táctica.

Hice modelos estadísticos sobre partidos recientes entre equipos medianos como Criciúma y Paraná Athletic — dos clubes con presupuestos similares pero rendimientos muy distintos. Criciúma promedia +0,6 diferencia esperada de goles jugando como local; Paraná baja a -0,9 fuera.

¿Por qué? Sencillo: ejecución en jugadas aéreas + velocidad en transiciones.

No se gana el ascenso con simple estilo — se necesita disciplina bajo presión.

La verdadera historia: sobrevivir no es simétrico

Aquí está lo que muchos aficionados pasan por alto: no se trata solo de ganar — sino de evitar colapsar.

Mira a Avaí, que perdió puntos contra ambos equipos amenazados por el descenso (Paysandu & Ferroviária), pese a tener métricas superiores en posesión.

Están perdiendo partidos que deberían ganar por fatiga psicológica — especialmente tras enfrentamientos consecutivos contra rivales entre los cinco primeros.

Mientras tanto, Goiânia Atlético logró una racha: cuatro victorias consecutivas desde el 23 de junio gracias a una organización defensiva ajustada (solo permitieron 0,8 tiros por partido durante esos juegos).

esto no grita ‘fútbol ofensivo’, pero sí ‘modo supervivencia’ — justo lo que importa ahora.

Y sí… uso ‘supervivencia’ como metáfora y métrica aquí. Los datos no se preocupan por poesía — solo por patrones.