El legado de Patrick Ewing en el draft de la NBA

El draft que lo cambió todo
19 de junio de 1985. El sorteo del draft de la NBA era aún joven, pero los New York Knicks ganaron el premio mayor: Patrick Ewing de Georgetown, un pívot defensivo con manos suaves. Las redes sociales de los Knicks hoy me hicieron analizar números, porque detrás de la etiqueta ‘leyenda’ (22.8 PPG, 10.4 RPG) hay datos que merecen ser vistos.
En cifras: el impacto incomparable de Ewing
- Defensive Win Shares: 93.4 (Top 10 histórico entre pívots)
- PER en playoffs: 22.1 (Superior al año rookie de Shaq)
- Dominio olímpico: 70% de acierto en ‘84 y ‘92, demostrando su temple.
Dato curioso: sus tapones en su año rookie (2.1 por partido) serían terceros en la NBA actual. Su eficiencia en tiros medios (45% desde +15 pies en ‘90-91) fue revolucionaria para un pívot.
Por qué la apuesta de los Knicks valió la pena
Elegir a Ewing no fue solo talento, fue timing. Los Knicks tenían un net rating de -6.3 previo al draft; para ‘89, era +3.2 con Ewing como eje. Comparado con Hakeem Olajuwon (+1.8 en ese período), se entiende por qué esta elección sigue celebrándose.
Verdad incómoda: Su mejor etapa (1990-94) rivaliza con David Robinson en estadísticas, aunque con menos patrocinios.
Conclusión
El legado de Ewing no son anillos (lo siento, fans), sino décadas de pívots intentando—y fallando—en imitar su juego posteado. ¿Prueba? Los ‘unicornios’ actuales lanzan triples porque enfrentar a otro Ewing sigue siendo… poco atractivo.