El Hombre que Diseñó el Calendario Europeo

Cuando Michel Platini anunció la UEFA Nations League en 2013, muchos creyeron que había perdido la cabeza. ¿Un torneo entre semana sin clasificación para el Mundial? Parecía caos. Pero hoy, tras cinco ediciones, su modelo funciona mejor de lo esperado.

Yo también era escéptico. Entre datos de Opta y análisis de fatiga, añadir otra competición al calendario parecía pedirle demasiado a un jugador: correr tres maratones en una semana.

Pero Platini no jugaba solo a política: resolvía un problema real.

Solucionando la Crisis del Calendario

Antes de la Nations League, solo había dos ventanas grandes: verano (para Euro/Mundial) y amistosos dispersos en marzo/junio. Así que los equipos tenían semanas de descanso… seguidas de casi cero preparación.

Era como ir de vacaciones sin llevar nada salvo traje de baño.

La Nations League cambió eso. Ahora hay partidos competitivos estructurados cada septiembre-noviembre. Ya no hay amistosos sin sentido donde los entrenadores rotan jugadores jóvenes solo por experiencia.

Y sí: reduce presión sobre clubes. Menor solapamiento con Champions League significa menos lesiones por sobrecarga durante las pausas internacionales.

Reemplazando Amistosos por Sentido

¿Recuerdas cuando Inglaterra jugaba a Dinamarca en mayo en Wembley solo porque podía? Ahora esos partidos tienen contexto: el grupo o eliminatoria determina si subes o bajas de categoría.

No es perfecto—algunos aficionados aún protestan contra ‘partidos sin emoción’—pero estadísticamente: la calidad ha mejorado desde 2018.

Datos de Opta muestran un aumento del 6% en precisión de pases en partidos de Nations League frente a amistosos previos a 2018—even entre selecciones más bajas intentando ascender.

Platini entendió algo que otros pasaron por alto: la estructura genera rendimiento. No puedes exigir resultados altos si los entrenamientos no tienen consecuencias reales.

El Enlace con Euro 2024 — Un Efecto Dominó Oculto?

Ahora viene lo interesante: La ampliación del formato Euro 2024 (de 16 a 24 equipos) se celebra como inclusiva, emocionante y justa. Pero sea honesto: nada hubiera sido posible sin que la Nations League ganara confianza entre UEFA y federaciones primero.

Porque sin una competición consistente durante la temporada demostrando su valor, si UEFA hubiera intentado expandir directamente después del Mundial… el rechazo habría sido brutal—no solo por fans, sino también por clubes preocupados por el colapso logístico.

Así que sí: la Nations League sentó las bases para esta reforma indirectamente. Demostró que se podía organizar otro nivel dentro del fútbol europeo sin colapsar infraestructuras ni alienar intereses clave. Esto no fue suerte—fue pensamiento estratégico al más alto nivel.

Por Qué los Críticos Guardan Silencio Ahora

Pese a los rumores aún presentes—”Platini arruinó el fútbol internacional” o “inventó algo inútil porque no clasifica para el Mundial”—pregunta a cualquier técnico actual si preferiría cuatro amistosos o cuatro partidos significativos con retroalimentación táctica… y elegirá lo segundo cada vez. Incluso Jurgen Klopp dijo (fuera de cámara): “Si me dan una semana extra de ritmo competitivo antes de un torneo grande… prefiero eso antes que diez pases gratis al campo.” No lo dijo públicamente—but meant it.* The truth is simple: el fútbol no es solo ganar—it’s about preparing properly The Nations League did exactly that—not perfectly, but consistently enough to change minds over time.* The best innovations aren’t always loud—they’re quiet until everyone suddenly realizes they’ve been using them for years without noticing.