Gassan: El Duelo de 26M

El Joven Que Vale Más Que Su Sueldo

Évan Gassan no es solo otra promesa de Ligue 1. Ha brillado en el Nice como si la luz nunca se apagase. Ahora, dos clubes —uno en Londres y otro en Estambul— lo persiguen como si fuera oro.

Hace tres años ganaba menos de £15k semanales, apenas suficiente para alquiler en Lyon. Hoy, su valor ronda los €30M. Y con una oferta de £26M de Fenerbahçe… todo ha cambiado.

No Es Solo Un Número En Un Contrato

Lo que muchos pasan por alto: no es solo dinero. Es identidad.

Gassan no jugó fútbol por dinero, sino porque no tenía nada más. Yo conozco ese vacío —mi padre trabajaba doble turno en una acería solo para mantener encendidas las luces. Cuando ves a un chico de Marsella con fuego en los ojos y sin red de seguridad… no lo vendes por estadísticas.

Fenerbahçe le ofreció más que dinero: le ofrecieron una historia. Muñerio dijo sí antes incluso de ver sus vídeos. Eso importa.

La Última Oportunidad De Tottenham Para Jugar Inteligente (No Solo Fuerte)

Spurs tienen nueva energía con Thomas Frank —visión fresca, pero también presión por ganar rápido. Necesitan velocidad, hambre y goles. Eso hace a Gassan tentador —especialmente con Solanke y Richarlison compitiendo por minutos.

Pero aquí está la verdad fría: si esperan demasiado, perderán no solo al jugador… sino la oportunidad de ganarse corazones.

Porque jóvenes como Gassan no se compran con ofertas —se ganan con confianza. Y hasta ahora… Tottenham no ha mostrado mucho más que “queremos tenerte”.

Por Qué Esto No Es Solo Sobre Transferencias —Es Sobre Injusticia Sistémica En El Fútbol

Aquí van datos:

• Gassan gana <£15k/semana a pesar de 14 goles la temporada pasada.
• Los delanteros top de la Premier League ganan +£500k/semana.
• Mientras tanto, jugadores como él son tratados como piezas sobrantes hasta que alguien les paga bien.

No es escasez de talento: es negación del valor. Cada vez que un club europeo ficha una estrella desde ligas inferiores y paga millones ignorando a la juventud local… ese sistema falla a todos nosotros.

Y si seguimos celebrando solo decisiones impulsadas por el dinero… entonces no estamos construyendo fútbol: estamos construyendo comunidades cerradas con botas encima.