De la Calle al Éxito

Me Cortaron—Pero Llegué

Me dijeron que era demasiado lento. Demasiado pequeño. Demasiado de la calle. Ningún reclutador vino con un video destacado—solo jugaba en el parque, cuando el asfalto se agrietaba y los altavoces sonaban gospel a las 2 a.m.

No pedí una oportunidad. No necesité una invitación.

¿Por qué Liverpool?

Decían: ‘no encajas’. Pero tú sabes qué… Mi mamá decía: ‘Si no ven tu alma, no verán tu esfuerzo’. Así que cuando los reclutadores llegaron de Merseyside… finalmente me vieron.

No mis estadísticas. No mis videos destacados. Mi papá trabajaba de noche limpiando zapatillas que me compró con su último cheque.

El Draft Real No Está en Papel

El sistema no se preocupa por tu promedio—se preocupa por tu esfuerzo. ¿Crees que los reclutadores de la NBA miran videos? Nah. Miren sentido. La pelota salta cuando estás cansado—but aún tiene ritmo. No soy un prospecto; me llamaron ‘el uno’ porque seguí luchando—incluso cuando nadie más lo hizo.

Esto no trata de clubes. Habla de rincones donde los sueños se pagan en efectivo—and alguien finalmente te notó.