El Futuro Ya Está Aquí

No se trata solo de un nuevo draft. Es una revolución en movimiento. Con los derechos de nombre, imagen y likeness (NIL), los jugadores toman decisiones más estratégicas que nunca. Esto significa más talento en la universidad, más profundidad y más esperanza. He seguido a cada estrella del colegio, nuevo internacional y revelación de ligas menores durante meses. Y ahora lanzo mi Mock Draft Super TA2026. ¿Quién llevará una camiseta de la NBA en junio de 2026? Estos son los nombres que todos están mencionando.

Los Tres Mejores: Un Plan para la Grandeza

1. Darryn Peterson – Kansas | PG | 19 | El General del Piso

Peterson no necesita ser llamativo. Juega como Donovan Mitchell con mejor movilidad y menos ego. A nivel técnico, es el escolta más pulido de esta clase. Sus dribles son suaves como seda; sus tiros desde media distancia son fríos desde cualquier ángulo. Pero lo que realmente lo vende es su inteligencia: cambia el ritmo como si leyera el campo tres pasos adelante. Y sí, puede anotar sobre defensores o superar a centros. Está hecho para momentos clave.

2. Cameron Boozer – Duke | PF | 18 | El Cambiador de Juego

Este chico ya juega como un titular de la NBA… aunque su camiseta diga ‘fresco’. Hijo de Carlos Boozer trae físico similar pero con mejor alcance que su padre jamás tuvo. Observa cómo maneja desde el ala como un extremo-punto usando trampas de velocidad y movimientos falsos para desmarcarse contra defensores más grandes. Y su tiro? Puede jugar en espacios abiertos ahora mismo—pero aún está creciendo rápido. El verdadero potencial está en alcanzar nivel All-Star si perfecciona ese tiro desde media distancia bajo la tutela del entrenador Mike Krzyzewski. No se trata solo de talento: es legado esperando desplegarse en vídeo, no solo en reels.

3. AJ Dybantsa – BYU | SF | 19 | Techo Más Allá del Comparar

Dybantsa tiene uno de esos perfiles raros: “espera a verlo en vivo”… esos que hacen que los scouts se queden sin habla después del final semanal cuando ya están cansados. Aquí está el porqué: Puede anotar desde cualquier lugar—desde posturas cerca del centro hasta fuera del arco—y hacerlo sin mirar atrás al lanzar. Su altura (6’9”) crea desventajas incluso para equipos que no quieren resolverlas. Defensivamente? A veces desaparece… pero cuando aparece… ¡guau! Cubre terreno más rápido que cualquier alero debería poder hacerlo. Si BYU sigue impulsándolo hacia la consistencia (y responsabilidad), este jugador podría valer dos selecciones en primera ronda. Olvida ‘potencial’. Estás viendo real proyección: un jugador que podría redefinir cómo las franquicias usan alas extendidas en el futuro. Incluso si todo sale mal… todavía tendremos fuegos artificiales.